miércoles, 7 de septiembre de 2016

"El hombre que ríe", de J.D. Salinger, 1949.

Resumen del cuento


La historia está narrada en primera persona por un joven, quién participaba en un grupo de boy scouts de Nueva York llamados los "Comanches". El narrador nos cuenta las experiencias vividas en el año 1928 por este grupo de 25 niños, quienes liderados por un joven mayor referidos a él como "El Jefe", realizan diferentes tipos de actividades recreativas.

Nos cuenta de las capacidades narrativas de El jefe, el cuál cada día después de finalizada la actividad diaria de los Comanches, se contaban las aventuras de "El hombre que ríe". Un personaje ficticio criado por una banda de ladrones que vivía una serie de aventuras entre los países de Francia y China. El narrador describe una serie de episodios vividos por El hombre que ríe, y de cómo el grupo entero de jóvenes sentía una admiración por el personaje.
Eventualmente, un día en el bus de los comanches, conducido por El jefe, aparece la fotografía de una joven pegada al espejo retrovisor junto al asiento del piloto. Esta muchacha se llamaba Mary Hudson y era una conocida de El jefe. La joven más tarde comenzaría a participar de las actividades del grupo de niños. Destacaría entre los Comanches jugando al béisbol y sería reconocida por el grupo de scouts.
Un día en el bus de los Comanches, el narrador cuenta cómo el Jefe continua la historia de El hombre que ríe, poniendo en graves aprietos al personaje ficticio. Ya finalizada la historia, todos los chicos quedan espectantes. El chico le pregunta al joven piloto que si no esperaría a Mary Hudson (que se encontraba ausente) para jugar al béisbol. A lo que el mayor responde esquivas negativas.
Esa misma tarde, en el campo de béisbol. llegaría Mary Hudson. A lo lejos, los jóvenes serían testigos de la discusión entre El Jefe y la chica. El partido se suspendería por luz, y la última vez que se vería a Mary Hudson sería llorando cerca de la tercera base.
Ya de vuelta en el autobús, El jefe relataría la última aventura de El hombre que ríe, en donde una trampa puesta por su archi rival, significaría la muerte del personaje.
Todos los chicos quedarían consternados y tristes por el desenlace. El narrador bajaría del autobús y entraría a su casa, en donde le ordenarían que se fuera directo a acostar.


Aspectos considerables reconocidos


Llamaron mi atención dos aspectos fundamentales de este cuento. 

Primero, la narración en primera persona del personaje está contada en pasado. El cuento entrega la información de una manera ambigua y subjetiva, propia de los relatos contados desde la memoria en donde se olvida cierta información y se selecciona otra. El narrador cuenta los acontecimientos vividos cuando éste tenía nueve años. No tenemos certeza de cuanto tiempo haya pasado desde entonces, y que detalles está olvidando o confundiendo. Sin embargo, se puede sentir lo importante de estos acontecimientos para la vida del relator y se siente como algo que realmente ocurrió.


"Aún está patente en mi memoria la imagen del Jefe en 1928. Si los deseos hubieran sido centímetros, entre todos los comanches lo hubiéramos convertido rápidamente en gigante. Pero, siendo como son las cosas, era un tipo bajito y fornido que mediría entre uno cincuenta y siete y uno sesenta, como máximo."
Otro aspecto destacable del cuento, es que funciona como un relato dentro de otro relato, en donde se nos cuenta la aventura de El hombre que ríe. El personaje ficticio, guarda estrecha relación con el hombre que narra la historia, John Gedsudski (El jefe). Quién dependiendo de su estado anímico, va cambiando el carácter de la historia. En un desenlace final, se interpreta el quiebre (o muerte) entre la relación de John con Mary Hudson, lo que por consecuencia, deviene en la muerte de El hombre que ríe.


"El Jefe no intentó seguirla. Se limitó a permanecer de pie, mirándola mientras desaparecía. Luego se volvió caminó hasta la base y recogió los dos bates; siempre dejábamos que él llevara las bates. Me acerqué y le pregunté si él y Mary Hudson se habían peleado. Me dijo que me metiera la camisa dentro del pantalón."
"Cuando al fin se abrieron los pequeños ojos del "hombre que ríe", Omba acercó afanosamente el vaso de sangre de águila hasta la máscara. Pero el "hombre que ríe" no quiso beberla. En cambio, pronunció débilmente el nombre de su querido Ala Negra. Omba inclinó su cabeza levemente contorsionada y reveló a su amo que los Dufarge habían matado a Ala Negra. Un último suspiro de pena, extraño y desgarrador, partió del pecho del "hombre que ríe". Extendió débilmente la mano, tomó el vaso de sangre de águila y lo hizo añicos en su puño."

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